La característica fundamental de la gastronomía gallega es la alta calidad de sus materias primas, tanto en carnes de todo tipo (ganado bovino, porcino y de corral, siendo también reseñable la caza) como productos del mar (Galicia tiene una larga tradición marinera), así como en derivados (importantísima producción láctea) y en productos agrícolas (variada producción cerealera y hortícola).
El principal atractivo de la gastronomía gallega es su variedad, hasta tal punto que cuesta trabajo decir cual es el plato típico de la región. Pero si hay algo común a todos sería una forma de cocinar familiar y cariñosa, artesanal, pausada, abundante y variada. Un mismo producto se prepara de múltiples maneras y en cada lugar tiene un distinto sabor.
El lacón con grelos es una de las comidas más típicas durante los meses fríos. Además del lacón cocido y los grelos enteros, se añaden patatas y chorizo. Otro plato fuerte es el cocido gallego, compuesto de jamón, carne de vaca y gallina, y chorizo, con grelos o repollo, patatas y garbanzos. Metidos de lleno en el invierno y especialmente en los días de Navidad, una de las carnes mas saboreadas es el capón.
Las empanadas merecen capitulo aparte. Se hacen de todo y todo puede meterse dentro de la empanada. Una de las características de la empanada gallega es la suavidad, ligereza y finura del pan, sobre todo en las de las zonas costeras. La zarrapallada va siempre azafranado, con aceite, pimiento y abundante cebolla.
Pasando a los mariscos y moluscos, tenemos como aperitivo los calamares y los chocos, fritos o en su tinta, o la nécora. Los percebes concentran la quinta esencia de todos los sabores del mar. A continuación vienen los que se comen crudos como la almeja fina y la ostra. Otro grupo de mariscos hace plato fuerte como la centolla, la langosta, el bogavante, los langostinos, las vieiras y las almejas en sus mil variedades de salsas o el accesible mejillón. Por fin, un molusco, el pulpo, que debemos citar por su humildad y porque se toma en todos los meses del año y en todas las ferias de Galicia. El pulpo "a la feira", cocido, troceado, adobado con pimentón y sal, y rociado con aceite crudo.
Para terminar esta breve ruta por la gastronomía gallega, recordaremos la bondad de sus quesos frescos y de tetilla, la exquisita elaboración de la repostería y las filloas, que constituyen un original y agradable postre que se puede saborear en nuestra tierra.
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