Nuestra siguiente parada es el Faro de Cedeira, al cual se accede a través de un sendero, así que debemos dejar nuestro moto, o coche en el comienzo del mismo. Este faro está situado en lo alto del monte Robaleira. Es el segundo faro en este lugar ya que el primero fue pasto de las llamas en el 1862.
La sencillez que caracterizaban a los primeros faros gallegos, se aprecia en este proyecto. Como material básico a emplear en la construcción se acudió a la pizarra.
Al entrar en funcionamiento el faro de Candieria se suprimió el personal de la Robaleira, con lo que es edificio entro en un abandono que supuso su ruina. A pesar de las muchas modificaciones que sufrió el faro y haber sido tan castigado por el fuego, el faro de Robaleira no ha perdido ni un ápice de su encanto.
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